El pasado mes de enero ha concluido con unas temperaturas superiores a años anteriores. En algunas zonas de España incluso se han superado los 30 grados en pleno invierno. Estos cambios en las temperaturas ocasionados por el cambio climático también tienen consecuencias en el ciclo vital de algunas especies.
Es el caso de la procesionaria del pino, Thaumetopoea pityocampa. Mientras que normalmente las orugas tienen previsto su descenso entre los meses de marzo y junio, este año se está produciendo ya en enero.
Debido a su antelada presencia, es conveniente también anticipar las medidas de prevención para evitar así los peligros. En este sentido, se recomienda aumentar la prevención y si se quiere actuar sobre una plaga de procesionaria del pino ya activa, la solución química que puede aplicarse por ley en el ámbito urbano es la endoterapia.
Pero, ¿cuáles son realmente los peligros de la procesionaria del pino?
Las orugas de la procesionaria del pino están cubiertas de pelos urticantes. Estos pelos se desprenden y flotan en el aire, provocando cierta irritación en oídos, nariz y garganta en los seres humanos. También puede llegar a ocasionar intensas reacciones alérgicas, urticarias, dermatitis, daños oculares, etc. La toxina urticante de la oruga se denomina Thaumatopina.
Cada oruga procesionaria posee alrededor de 500.000 pelos urticantes, que se desprenden más fácilmente cuando se sienten en peligro.
Por ello, la procesionaria del pino es tenida en cuenta como un problema de salud pública, representando un peligro para niños y animales. Esta oruga causa numerosas muertes en animales a lo largo de los años, por ejemplo cuando se produce una necrosis en su lengua o lesiones graves en el esófago si la saliva contaminada llega a su interior.
¿Cómo actuar ante una picadura o reacción de la procesionaria del pino?
En caso de que la picadura se de en una persona adulta, la medida más efectiva es aplicar frío local con compresas húmedas. Será importante no frotar para evitar irritar más la piel. De todas maneras, debes tener en cuenta que si la reacción es muy intensa, es conveniente consultar con un médico.
¿Y qué debo hacer si la afectada es mi mascota?
Debido a su letalidad, será importante que, en primer lugar, vigiles los lugares de paseo que frecuentáis, manteniéndolo atado hasta encontrar un lugar seguro.
Si tu mascota se acerca a la oruga o intenta comérsela, el tiempo de reacción ante complicaciones es muy reducido. Por ello, la mejor solución es acudir al veterinario de inmediato. En ciertas zonas como las patas o la espalda, podrá limpiarse con abundante agua, pero deberás evitarlo siempre en la lengua, ya que éstos pelos podrían ir dentro y afectar al interior de su organismo.
Comentarios recientes